Dentro del marco del avance del curso de Expresión Gráfica III surge la tarea de desarrollar un proyecto de obra personal, el cual aborde uno o más de los conceptos trabajados durante las sesiones de teletaller.
A razón de lo mismo, he querido trabajar la técnica de la rotoscopia como recurso gráfico-visual para desarrollar un video en bucle (gif) el cual permita ser trasportado a un soporte material como lo es el kinematoscopio.
Para desarrollar esta secuencia de imágenes, me gustaría utilizar como medio gráfico una técnica mixta que involucre la tinta y/o otras materialidades en las que se implique el uso de color y generar contrastes en claroscuro en la intervención de los fotogramas originales.
La construcción de un aparato de reproducción de imágenes en movimiento que ubica sus orígenes en la época pre-cinematográfica, resignifica el proceso por el cual recibimos imágenes animadas en la actualidad, ya que al traspasar la responsabilidad del movimiento a la acción manual de reproducir la secuencia, podemos involucrarnos mucho más en el éxito o fracaso de la misma, logrando generar un sentimiento de lograr hacer tangible un video, cosa que es algo que actualmente estamos muy acostumbrados a depender principalmente de la tecnología digital para poder acceder a ello.
Algo que me gustó mucho de la rotoscopia en cuando aprendí sobre ella como proceso de intervención gráfica hace un par de años, es la huella orgánica que deja en el movimiento de las imágenes, además de su capacidad para controlar que tan fluida es la secuencia de video controlando la cantidad de fotogramas por segundo (fps) en los cuales se segmenta la toma original.
