El claroscuro como elemento compositivo - Resignificación del Barroco



Tal y como Kandinsky decía en la introducción de su libro “De lo espiritual en el arte”, toda obra de arte es hija de su tiempo y el intentar de imitar su mera forma superficial y principios técnicos sin cuidar el contenido espiritual que transmite, es arrebatarle el alma.

Teniendo esto en cuenta, entonces podemos definir lo contemporáneo como aquellas expresiones surgidas en respuesta del contexto inmediato en el que se encuentra el artista, por ende cualquier creación que surja siguiendo esta premisa, respetando y reflejando el “aquí y ahora”, se le clasificará como tal.

La época barroca como movimiento artístico, tiene su origen durante el contexto histórico de la reforma y contra reforma de la iglesia, en donde debido a la división ideológica que esto generó, existía un clima sociopolítico bastante tenso.

Desde el momento en que se nos presentó este trabajo por el mes de septiembre del año pasado, la primera idea que quise proponer se refería a, siguiendo la línea de las representaciones barrocas que salían del canon de la “belleza renacentista” y a mostrar escenas más crudas que reflejaban lo que no se quería mostrar de la sociedad del momento, así como el que su composición se basaba en el momento in situ del acto y no antes o después del clímax (como ocurrió en los otros movimientos pictóricos), contextualizando eso en una forma mas contemporánea, intentando buscar su símil en la actualidad, llegué a que la forma de expresar el descontento de parte de la población a cualquiera sea la demanda política o social, prácticamente siempre desencadena en una manifestación del tipo marcha, por lo cual, esta propuesta inicial se basaba en representar una escena de una marcha masiva, en donde se congregaran todas las demandas sociales más unificadas del último tiempo, e insertar como centro de la escena, el enfrentamiento de esta misma con las fuerzas policiales. En su momento, debido a la escases de un gran número de referencias visuales para componer esta obra y al tiempo acotado que existía para la misma, decidí cambiar la propuesta a algo en dónde tuviese acceso a referencias de forma más sencilla.

Buscando información sobre el periodo barroco, también llegué a las vanitas, este subgénero del bodegón o composiciones de naturaleza muerta surgido en esta época, y que estaba profundamente ligado a una mirada de la vida muy relacionada al memento mori. En este tipo de composiciones se buscaba reflejar la brevedad de la vida humana y el inevitable paso del tiempo sin olvidar la posibilidad de trascendencia inmaterial de la misma, por medio del memento vivere. Elementos comunes en este tipo de bodegones eran los representantes del paso del tiempo, tales como relojes de distinto tipo, objetos desgastados y calaveras; así como también, elementos simbólicos de los placeres del mundo terrenal como lo eran instrumentos musicales, libros, etc. En el camino de transportar esta mirada barroca a algo más actual, tuve la idea de buscar distintos elementos que representasen las mismas ideas en esencia, pero de una forma más contemporánea.




Sin embargo, luego de los acontecimientos del pasado 18 de octubre, comencé a considerar nuevamente la propuesta inicial, puesto que, ahora existían una gran cantidad de recursos visuales, y aquella manifestación ficticia, ahora era real. Transformándose así en un fiel representante de la idea de lo contemporáneo.




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